"¿Tener o ser?"
Con un estilo simple y directo, Erich Fromm analiza las patologías producidas por la obsesión de tener, y propone priorizar una orientación al ser.
Crisis y malestar social
Fromm sostiene que el desarrollo humano en los campos científico y tecnológico no fueron de la mano de los desarrollos espirituales y éticos, produciéndose así un desequilibrio que enferma a los individuos, y por ende, a la sociedad.
Esta premisa no es exclusiva de Erich Fromm. Varios son los pensadores que analizan la crisis del sistema social actual con perspectivas parecidas, pero quizás el aporte más significativo del autor sea el articular vertientes de pensamiento tan variadas como la filosofía de Buda y el pensamiento de Marx, pasando por Freud, y dedicando un especial capítulo para el maestro Eckhart, por nombrar solo algunos nombres.
Orientación al tener o al ser
Tener o ser son dos disposiciones que involucran todos los aspectos que rodean a un ser humano, y si bien nadie está totalmente entregado a uno de estos polos, sí puede identificarse la preeminencia de alguna de estas dos tendencias en cada persona particular, así como una orientación claramente ubicada del lado del tener en la sociedad global. Las sociedades se diferencian entonces al facilitar uno u otro de los comportamientos, aunque no obturen totalmente la posibilidad de optar por su contrario.
Estos dos modos, tener o ser, traspasan todas las esferas de la vida en sociedad, no reduciéndose a la problemática de la propiedad privada: el aprendizaje, la memoria, la conversación, la lectura, el ejercicio de la autoridad, la fe, el amor, son todas esferas en las cuales una persona puede orientarse por tener o por ser. No sólo se tienen objetos: se pueden tener hijos, amigos, títulos, posiciones sociales. Es claro entonces que se trata de una disposición actitudinal más que de una acción en particular.
El hombre nuevo
Aunque las dificultades para contrarrestar años de orientación al tener sean muchas, la convicción de que el fin último de cualquier persona es realizar su potencial humano -dar, compartir, ser-, impide renunciar al intento de cambiar la sociedad en la cual vivimos.
Para crear la sociedad nueva y el hombre nuevo, hay que entender el concepto de carácter social, producto de la dialéctica entre la estructura de carácter del individuo medio y la estructura socioeconómica de la sociedad. Por otro lado, es necesaria una nueva religión, en el sentido en que lo entiende el autor, como un sistema de creencias que guían la vida de una persona y le proporcionan un sentido.
La clave estaría en las distintas vertientes del pensamiento humanista radical, el cual considera que el sistema económico debe servir al hombre y no viceversa, que debe cambiarse la relación de explotación de la naturaleza por una relación de cooperación, sustituir al antagonismo por la solidaridad y comprometer activamente a los hombres en su destino.
Sugerencias para crear la sociedad nueva
Los cambios necesarios que enumera Fromm para avanzar en la construcción de una nueva sociedad, son los siguientes:
Prohibir los métodos de lavado de cerebro en la publicidad industrial y política.
Eliminar el abismo entre las naciones ricas y las naciones pobres.
Liberar a las mujeres del dominio patriarcal.
Establecer un Supremo Consejo Cultural, que aconseje a los gobiernos y a los ciudadanos.
Establecer un sistema de información y de difusión eficaces.
Desvincular la investigación científica de la industria y de los militares.
Desarme atómico.
Aunque las posibilidades de lograr el cambio no sean muy alentadoras, una oportunidad razonable es más que suficiente para empezar a comprometernos en este camino que se aleja del tener para orientarse al ser.
Crisis y malestar social
Fromm sostiene que el desarrollo humano en los campos científico y tecnológico no fueron de la mano de los desarrollos espirituales y éticos, produciéndose así un desequilibrio que enferma a los individuos, y por ende, a la sociedad.
Esta premisa no es exclusiva de Erich Fromm. Varios son los pensadores que analizan la crisis del sistema social actual con perspectivas parecidas, pero quizás el aporte más significativo del autor sea el articular vertientes de pensamiento tan variadas como la filosofía de Buda y el pensamiento de Marx, pasando por Freud, y dedicando un especial capítulo para el maestro Eckhart, por nombrar solo algunos nombres.
Orientación al tener o al ser
Tener o ser son dos disposiciones que involucran todos los aspectos que rodean a un ser humano, y si bien nadie está totalmente entregado a uno de estos polos, sí puede identificarse la preeminencia de alguna de estas dos tendencias en cada persona particular, así como una orientación claramente ubicada del lado del tener en la sociedad global. Las sociedades se diferencian entonces al facilitar uno u otro de los comportamientos, aunque no obturen totalmente la posibilidad de optar por su contrario.
Estos dos modos, tener o ser, traspasan todas las esferas de la vida en sociedad, no reduciéndose a la problemática de la propiedad privada: el aprendizaje, la memoria, la conversación, la lectura, el ejercicio de la autoridad, la fe, el amor, son todas esferas en las cuales una persona puede orientarse por tener o por ser. No sólo se tienen objetos: se pueden tener hijos, amigos, títulos, posiciones sociales. Es claro entonces que se trata de una disposición actitudinal más que de una acción en particular.
El hombre nuevo
Aunque las dificultades para contrarrestar años de orientación al tener sean muchas, la convicción de que el fin último de cualquier persona es realizar su potencial humano -dar, compartir, ser-, impide renunciar al intento de cambiar la sociedad en la cual vivimos.
Para crear la sociedad nueva y el hombre nuevo, hay que entender el concepto de carácter social, producto de la dialéctica entre la estructura de carácter del individuo medio y la estructura socioeconómica de la sociedad. Por otro lado, es necesaria una nueva religión, en el sentido en que lo entiende el autor, como un sistema de creencias que guían la vida de una persona y le proporcionan un sentido.
La clave estaría en las distintas vertientes del pensamiento humanista radical, el cual considera que el sistema económico debe servir al hombre y no viceversa, que debe cambiarse la relación de explotación de la naturaleza por una relación de cooperación, sustituir al antagonismo por la solidaridad y comprometer activamente a los hombres en su destino.
Sugerencias para crear la sociedad nueva
Los cambios necesarios que enumera Fromm para avanzar en la construcción de una nueva sociedad, son los siguientes:
Prohibir los métodos de lavado de cerebro en la publicidad industrial y política.
Eliminar el abismo entre las naciones ricas y las naciones pobres.
Liberar a las mujeres del dominio patriarcal.
Establecer un Supremo Consejo Cultural, que aconseje a los gobiernos y a los ciudadanos.
Establecer un sistema de información y de difusión eficaces.
Desvincular la investigación científica de la industria y de los militares.
Desarme atómico.
Aunque las posibilidades de lograr el cambio no sean muy alentadoras, una oportunidad razonable es más que suficiente para empezar a comprometernos en este camino que se aleja del tener para orientarse al ser.
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