Coca Cola será expulsada de Bolivia el próximo 21 de diciembre
En la nota anterior les hablaba de componentes negativos de la Coca Cola y de los ultra conocidos efectos negativos del consumo periódico de esta bebida, ahora Evo Morales le aplica otra vuelta de tuerca al comienzo de la decadencia de la marca.
Hace ya dos años pudimos ver en todas las noticias del mundo como en Bolivia se comenzaba a impulsar una bebida de cola, con ingredientes y producción pertenecientes a ese país, llamada Coca-Colla (el nombre no puede estar mejor puesto), como un primer intento de hacer frente a la multinacional Coca-Cola.
Hace ya dos años pudimos ver en todas las noticias del mundo como en Bolivia se comenzaba a impulsar una bebida de cola, con ingredientes y producción pertenecientes a ese país, llamada Coca-Colla (el nombre no puede estar mejor puesto), como un primer intento de hacer frente a la multinacional Coca-Cola.
Recientemente,
el gobierno boliviano dio a conocer una noticia aún más caliente: han
decidido tomar medidas para que la famosa gaseosa norteamericana no sea
tenga más bandera en ese país.
Según
un anuncio del canciller David Choquehuanca, esto ocurrirá a partir del
21 de diciembre del corriente año, quedando como refresco oficial la
“Mocochinchi”, bebida natural a base de duraznos.
Como
podrán ver, esta decisión se basa en razones de salud, políticas y
filosóficas que abarcan mucho más que solo la relación de un país con
una Marca. Seguramente con las declaraciones del canciller Bolivia busca
atención sobre diversos temas que están en la agenda de ese país.
Con la parte de salud se puede estar más que de acuerdo. Cualquier puede comprenderlo luego de ver los negativos efectos que acarrea este refresco en el cuerpo, del cual ya hay claras pruebas de que varios de sus ingredientes son cancerígenos.
El
lado filosófico tiene su lógica… de hecho, se alinea con cosas que
todos pensamos: el mundo no puede seguir manejado por este tipo de
corporaciones.
Buscando
volver a los mecanismos y productos más naturales, el próximo solsticio
de verano en la Isla del Sol, ubicada en el Lago Titicaca, se dará una
ceremonia a la cual el pueblo, mandatarios y grupos indígenas estarán
invitados a celebrar “el fin del capitalismo y el comienzo de un tiempo
de amor y la cultura de la vida”, alineados a la ya sabida supuesta
fecha que figura en el calendario Maya, que para unos simboliza el fín
del mundo, para otros un despertar de conciencia, y como podemos ver
para el gobierno Boliviano mucho más, o todo eso a la vez.
Es
verdad que expulsar a Coca Cola como empresa de un país no es un acto
menor ni mucho menos. ¿Pero plantear que eso es la expulsión del
capitalismo?
El mundo se divide en dos frente a sus declaraciones, los que apoyan
una vuelta a los orígenes, mensaje claro y constante de este presidente;
y los que piensan que todos sus conceptos son retrógrados y que no
corresponde oponerce a la actual cultura tecnológica / económica.
Más
allá de que ésto nos parezca bien o mal, claramente se ve como el
comienzo de algo. Al menos, el estado Boliviano plantea a su pueblo
despertar y defender lo que le es propio, haciendo frente a una de las
empresas más grandes del planeta. Ese ejemplo en sí, funcione o no, ya
es interesante.
Si
esto resulta, podría redundar en la posible mejoría en la salud de los
habitantes de Bolivia, aumento en la producción y venta de una bebida
local en vez de una extranjera, la no dependencia de este pueblo a esta
mega-empresa estadounidense, que además de fabricar este “veneno dulce”,
como lo solemos llamar, tala grandes cantidades de especies vegetales
para hacer sus embalajes y etiquetas, contamina agua, aire y suelos con
los desperdicios de su producción, y utiliza grandes cantidades de H2O.
Además de emplear también entre sus ingredientes una mezcla explosiva de
químicos y jarabe de maíz transgénico.
Veremos a fin de año cómo sigue la historia y si contagia a los países vecinos.
Visto en:casette blog
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